Los establecimientos de atención al público están obligados a fomentar la distancia social y evitar la aglomeración de personas, una medida crítica para evitar la propagación del Covid-19.
Finalmente, cada vez más tiendas y otros establecimientos de atención al público están reabriendo sus puertas, en la fase de reactivación económica o nueva normalidad que vive México desde el 1 de junio.
Sin embargo, la reapertura comercial está sujeta al cumplimiento de múltiples acciones de higiene y seguridad sanitaria. Y una de las más críticas es asegurar la distancia social entre empleados y clientes.
Por esta razón, los establecimientos de atención al público están obligados a cumplir una serie de lineamientos para disminuir la cercanía entre las personas, a través de medidas como la instalación de barreras físicas y la reducción del aforo en las tiendas.
La importancia de la distancia social
Debido a que el coronavirus se transmite de persona a persona, el distanciamiento social es el mecanismo más eficaz para detener su propagación. Y la medida con mejores resultados ha sido el autoaislamiento, es decir, quedarse en casa lo más posible y evitar aglomeraciones.
En consecuencia, ahora que México inició su reactivación económica, las autoridades solicitan a los establecimientos comerciales que garanticen una distancia social de al menos 2 metros entre sus clientes.
Medidas en establecimientos comerciales
Los locales que reciben al público en general para realizar sus operaciones se enfrentan al reto de promover la distancia social, afectando lo menos posible la experiencia de compra de los consumidores.
Estas son medidas recomendadas especialmente para las tiendas, de acuerdo con la Guía interina para empresas y empleadores en su respuesta a la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19):
- Promover las compras en línea, con cualquiera de sus dos modalidades de entrega: servicio a domicilio o para recoger en tienda.
- Prestar de manera remota los servicios de atención al cliente, través de una línea telefónica, por redes sociales, WhatsApp o página web.
- Limitar el acceso de los clientes. Existen aplicaciones y sistemas de seguridad que monitorean el aforo en tiempo real, así como la distancia social.
- Colocar filtros en los accesos, para medir la temperatura de las personas y proporcionarles gel antibacterial.
- Usar carteles, marcas con cinta adhesiva y otras herramientas visuales para indicar a las personas dónde deben colocarse.
- Instalar barreras físicas entre los puestos fijos de los empleados y los clientes.
- Alejar la terminal de pago de la caja, para aumentar la distancia entre el cliente y el cajero.
- Programar los momentos de reposición de mercancías fuera del horario de atención a clientes.
Cuidar a los trabajadores es indispensable
Igual que otros centros de trabajo, la primera obligación de las tiendas es implementar una estrategia de salud laboral para cuidar a su propio personal, con medidas como éstas:
- Nombrar a una persona que coordine las cuestiones relacionadas con el Covid-19.
- Implementar los lineamientos laborales para la protección de su personal.
- Garantizar flexibilidad en el otorgamiento de licencias por enfermedad.
- Implementar políticas flexibles para que los empleados puedan quedarse en su casa para cuidar a familiares enfermos o a niños pequeños.
- Revisar las políticas de recursos humanos, para asegurarse de que concuerden con las recomendaciones de salud pública.
- Proteger a los empleados con mayor riesgo de enfermarse gravemente.
- Crear sistemas de comunicación que los empleados puedan usar para avisar si están enfermos.
- Reducir al mínimo la cantidad de trabajadores presentes, a través del home office y los horarios escalonados.
- Planear medidas de emergencia, por si ocurre un brote de coronavirus entre los trabajadores.
- Capacitar a los trabajadores para que cubran funciones esenciales, en caso de que los empleados clave se ausenten.