Mary Teresa Barra, presidenta de una de las mayores armadoras de autos en el mundo, destaca no sólo por su género. Su liderazgo y la decisión de recortar 14 mil empleos la han puesto en los titulares en meses recientes.
Con la irrupción de los autos eléctricos, la conducción autónoma, la conectividad de los vehículos, la caída en los vehículos tipo sedán y el alza en la renta de servicios de transportación, la industria automotriz a nivel global se enfrenta a un panorama complejo.
En su informe anual sobre la industria automotriz, Deloitte y Automotive News concluyen que, hoy más que nunca, este sector necesita de un talento diverso, con distintas perspectivas y habilidades. Esta misión debería empezar por elevar la cuota de mujeres, pues actualmente sólo la cuarta parte de su fuerza laboral es femenina.
En este contexto, destaca la figura de Mary Teresa Barra, la presidenta ejecutiva de General Motors (GM) que en noviembre protagonizó los titulares al anunciar el recorte de 14 mil empleos en Norteamérica.
En esos días, Donald Trump tuiteó contra ella, mientras que los mercados le dieron su aprobación: las acciones subieron 8 por ciento en cuanto se dio el anuncio del recorte masivo. Sin embargo, poco se habló de la estrategia que movió la decisión de Barra: la de convertir a GM en una empresa de tecnología.
Su carrera en la industria
A los 10 años de edad, Mary Teresa Barra se enamoró por primera vez. El objeto de su deseo fue un Chevrolet Camaro rojo, reveló hace poco. Quizá por eso, cuando tuvo oportunidad de ingresar al mercado laboral lo hizo a través de la industria automotriz, en donde ha desarrollado toda su carrera.
A los 18 años, la originaria de la pequeña ciudad de Royal Oak, en Michigan, iniciaba su carrera como becaria en el gigante automotor. Con los años, se desarrolló como ingeniera de productos, fue vicepresidenta de recursos humanos y jefa del departamento de desarrollo. También dirigió una de las plantas de GM en Detroit.
Hoy, a sus 56 años, es la segunda mujer de negocios más poderosa del mundo en la lista de Fortune, por detrás de Maryllin Hewson, de Lockheed Martin. Pero su liderazgo no ha destacado solo por una mera cuestión de género, sino por su enfoque orientado a la innovación.
Su estilo de liderazgo
Barra es conocida por haber creado una cultura que hace visibles a los problemas. “¿Cuándo es el mejor momento para resolver un problema? Es en el minuto en que sabes que existe”, dijo a Detroit Free Press.
También es conocida por encargarse ella misma del reclutamiento del talento que considera clave. Por eso, ha acudido a universidades como Harvard a buscar y entrevistar personalmente a los candidatos.
El enfoque de GM es moverse hacia el desarrollo de vehículos autónomos y crear un mercado masivo de autos eléctricos, que hasta la fecha sigue siendo un nicho premium. Para lograrlo, atrajo una inversión de 2 mil 800 millones de dólares por parte de SoftBank VIsion Fund y Honda.
Una industria tradicional
El sector automotriz todavía es tradicional, como lo demuestra el reporte de Deloitte-Automotive News. La mayoría de las mujeres que trabajan en él todavía sienten que tienen que luchar a contracorriente para avanzar en sus carreras, reveló la encuesta que realizaron las firmas como parte de su estudio.
El porcentaje de mujeres que aspiran a ocupar cargos de altos ejecutivos se redujo en 10 por ciento desde 2015 al 2018. Además, una cuarta parte de las encuestadas cree que la actitud de la industria hacia las mujeres se ha estancado o en realidad se deterioró en los últimos cinco años.
Yenisey Valles
Hago periodismo económico desde el 2002 y me especialicé en esta área con un diplomado en el Tec de Monterrey. Soy comunicóloga, maestra en Humanidades por la UDEM y doctora en Ciencias Sociales con orientación en Desarrollo Sustentable por la UANL. Actualmente, soy Content Manager en Bind México, además de impartir talleres de redacción en posgrado.
