Los retos de la nueva normalidad han modificado las habilidades exigidas por el mercado laboral. Por eso, los profesionales de recursos humanos hablan de la estrategia de “reskilling”.
Hasta principios del 2020, las habilidades exigidas por el mercado laboral se movían lentamente, según las tendencias económicas y la capacidad de adaptación de las empresas a las innovaciones tecnológicos.
Con la pandemia del Covid-19 y la crisis económica, las habilidades laborales más buscadas por las organizaciones se modificaron rápidamente para adaptarse a la nueva normalidad. Ahora, el objetivo principal es responder a los cambios de gran escala que vive el mundo, como:
- Las nuevas medidas de distanciamiento social, que exigen acelerar la transformación digital para continuar operando y creciendo mediante el trabajo remoto.
- La necesidad de cuidar la salud de los trabajadores, clientes y proveedores. Además, según expertos, los esfuerzos ya tienen que empezar a dirigirse hacia la atención de la salud mental.
Para que la fuerza laboral desarrolle las habilidades necesarias para impulsar estos cambios, la estrategia de aprendizaje organizacional conocida como “reskilling” es más necesaria que nunca, de acuerdo con el Observatorio de Recursos Humanos.
La estrategia de reskilling
Traducida como “reciclaje”, la estrategia de reskilling consiste en dotar al personal de nuevas habilidades para que realicen un trabajo distinto dentro de la empresa, en otro puesto laboral.
En concreto, se trata de un programa interno de formación acelerada, en el que la empresa incentiva a sus colaboradores para desarrollarse en otras áreas. Así, adquieren nuevas competencias que les permiten crecer en su trabajo.
Por sus beneficios y la necesidad de nuevas habilidades en la reactivación económica, no es de sorprenderse que el reskilling sea un término de moda este año, de acuerdo con la encuesta “Tendencias Globales de Capital Humano 2020”, de Deloitte.
Habilidades necesarias
De acuerdo con distintos reportes, las habilidades laborales que más requieren las organizaciones en este 2020 son blandas. En particular:
1. Flexibilidad y adaptabilidad
Si ha habido una constante en el 2020 es el cambio. Por ello, las empresas requieren personas con resiliencia, capaces de superar las nuevas condiciones y crear soluciones a partir de ellas. Por ejemplo, el home office es una modalidad que ha retado al personal acostumbrado al trabajo en oficina.
2. Planificación del tiempo
El principal indicador de la productividad ya no es el número de horas en oficina, sino los resultados concretos. Por ello, una habilidad crucial es que el trabajador sepa de administración del tiempo para conseguir los objetivos que se esperan, independientemente de la hora en que realice sus labores.
Según el Observatorio de Recursos Humanos, la jornada laboral de 8 horas tal y como se conoce dejará de existir.
3. Habilidades digitales
Las competencias laborales relacionadas con las tecnologías de la información son cada vez más necesarias. Prácticamente, cualquier puesto ya requiere de un conocimiento o intuición tecnológica, así como competencias digitales.
4. Creatividad
La mejor herramienta en tiempos de crisis es la creatividad, una capacidad que ni siquiera la inteligencia artificial es capaz de replicar todavía. Se recomienda a las organizaciones que practiquen, fomenten y premien esta competencia.
5. Comunicación
Comunicarse efectivamente, de forma oral y escrita, es crucial para los equipos de trabajo y el contacto de las empresas con todas sus audiencias: desde los empleados hasta los clientes.
De acuerdo con expertos, no se trata únicamente de identificar las ideas principales y comunicarlas con claridad, sino de tener inteligencia emocional para gestionar las propias reacciones y comprender el punto de vista de los demás.