Las propuestas económicas centrales de la administración federal entrante, son promover el crecimiento de las pymes y desarrollar el sureste del país.
La promoción de las pequeñas y medianas empresas es una de las líneas de acción que se han manejado como prioritarias en la agenda económica de Andrés Manuel López Obrador, quien toma posesión como presidente este sábado 1 de diciembre.
En concreto, este gobierno se comprometió a facilitar el acceso a créditos, incentivar sus exportaciones y crear mecanismos para que más pymes se conviertan en proveedoras del sector público. Se pretende cubrir la brecha de créditos para pymes, que actualmente asciende a 60 mil millones de dólares anuales.
En materia económica, el político tabasqueño armó su programa con la asesoría de empresarios y economistas como Alfonso Romo, Abel Hibert, Graciela Márquez y Jesús Seade. Otros puntos centrales son fortalecer la banca de primer piso y estimular la creación de bancos múltiples.
¿Amlove o Amscare?
La población mexicana se encuentra dividida en sus expectativas frente a la nueva administración, según varios reportes de opinión pública. Los mercados reflejan esta dicotomía: mientras que se han reportado caídas en la Bolsa Mexicana de Valores en las últimas semanas, el Índice de Confianza llegó a su punto máximo en dos décadas.
En un informe liberado esta semana, Citigroup etiqueta a la población como Amlove o Amscare. En la primera categoría, se encuentran quienes están esperanzados y optimistas respecto a López Obrador; en contraparte, la segunda etiqueta se refiere a quienes se identifican con la frase en inglés: “I am scared” y dicen sentirse asustados.
El presidente más poderoso de los últimos 30 años
Para The Economist, López Obrador podría convertirse en el presidente mexicano con mayor poder de los últimos 30 años, debido al capital político con el que llega al poder -53 por ciento de votos- y a que cuenta con mayoría en las dos cámaras.
El periódico expresó preocupación respecto a lo que considera “un abandono del pragmatismo” que lo caracterizó en campaña y un viraje hacia el populismo. Las principales señales que cita The Economist, son la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la propuesta de reducir las comisiones bancarias.