Crece el número de consumidores que están dispuestos a pagar más por un producto o servicio que se haya producido de manera sustentable.
El mundo aún no está hecho para que las empresas tomen el rumbo de la sustentabilidad. La mayoría todavía tiene que decidir entre ser rentables o procurar el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente, porque con los modelos tradicionales estos objetivos son incompatibles.
Los mercados, las instituciones y la cadena de producción y distribución, no están optimizadas en favor de los consumidores, advierte un informe del Foro Económico Mundial (WE). Sin embargo, la tendencia poco a poco empieza a revertirse, pues los consumidores son más conscientes y cada vez hay más empresas que encuentran la fórmula para crecer con sustentabilidad.
Consumidores: dispuestos a pagar más
Las preferencias de los consumidores están cambiando y poco a poco exigen que los productos y servicios provengan de condiciones y fuentes sustentables. Dos tercios de la población ya dicen estar dispuestos a pagar más, según una encuesta citada por el Foro Económico Mundial.
Para los llamados millennials, la proporción es mayor: tres de cada cuatro están dispuestos a pagar 10 a 25 por ciento más por productos y servicios sustentables. En 2014, solamente era el 50 por ciento.
Sin embargo, en los mercados desarrollados la proporción es menor, porque les parecen lejanas las consecuencias de los negocios no sustentables: la desigualdad socioeconómica extrema, la contaminación y la falta de oportunidades de un trabajo decente, puntualiza el Foro.
Más compañías ponen el ejemplo
Los resultados ya comienzan a verse: las compañías del Índice Global del Instituto de Sustentabilidad 2018 duplicaron sus metas relacionadas con el tema, debido a la presión de accionistas y a que estas medidas han dado resultados.
En Estados Unidos, las 100 empresas más sustentables crecieron 29 por ciento, una cifra superior al crecimiento de 22 por ciento del índice S&P 500.
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“Existe mucha demanda por transformar los mercados y promover principios sustentables para los consumidores en los países en desarrollo. Debido a esta demanda global, cada vez más negocios reconocen que hay un nicho de mercado”, refiere el Foro Económico Mundial.
“El valor asociado con un impacto ambiental y social positivo es estratégico, porque puede también reducir tiempos y riesgos para la marca y su reputación”. Este enfoque apela al deseo creciente entre los negocios de crear un balance positivo en la relación entre crecimiento equitativo y prosperidad.
El organismo predice que en la próxima década habrá una convergencia entre la agenda de la sostenibilidad y los intereses comerciales. De no ser así, advierte, los costos serán demasiado altos.