Mientras que el dueño de Virgin piensa celebrar en el espacio el aniversario 50 del primer viaje a la Luna, Elon Musk ya anunció el precio de los boletos a Marte.
Richard Branson y Elon Musk tienen mucho en común, además de ser multimillonarios y empresarios exitosos. Ambos invierten cantidades exorbitantes en negocios espaciales, con una ambición a futuro: sentar las bases de la industria de viajes interplanetarios.
Lo que sí los distingue es el servicio que prestarán. Mientras que el dueño de Virgin se enfoca en el negocio de ofrecer viajes rápidos por la órbita terrestre, el propietario de Tesla planea vender viajes a Marte y a la Luna.
Carreras distintas, pero paralelas
El pasado 8 de febrero, Elon Musk hizo ruido en Twitter con un idilio virtual. Literalmente, el CEO de Tesla y el planeta rojo (al menos, la cuenta Mars) se declararon amor mutuo y esperanzas de encontrarse muy pronto.
Son millones quienes siguen de cerca la trayectoria de SpaceX (Space Exploration Technologies Corporation), la compañía de Musk. Y las recompensas para sus fans llegan casi a diario, en forma de tuits que el empresario publica para actualizar novedades.
El martes 12 de febrero, el sudafricano anunció que el boleto a Marte costará 500 mil dólares, es decir, cerca de 10 millones de pesos mexicanos. Y prometió que si la demanda es alta, el precio puede bajar hasta 100 mil dólares, alrededor de dos millones de pesos mexicanos.
Este mismo mes, Musk publicó fotos del motor Raptor, concebido para las misiones a la Luna y a Marte, anunciando que ya alcanzó el nivel de potencia necesario. Por lo pronto, Musk planea enviar una primera flota de astronautas a la Estación Espacial Internacional, este mismo año
Por su parte, Branson avanza a mayor velocidad hacia su meta. En diciembre pasado, Virgin Galactic superó por primera vez la altitud de 80 kilómetros, que es la distancia marcada por Estados Unidos como frontera con el espacio.
La SpaceShipTwo, comandada por dos pilotos, funciona de una manera totalmente distinta a lo cohetes de SpaceX. Tras ser lanzada como una bomba por un avión, enciende su motor para elevarse hasta una altitud donde se ve la curvatura del planeta.
Branson piensa realizar su incursión al espacio para el 20 de julio, cuando se celebre el aniversario 50 del primer viaje a la luna. Para entonces, el magnate británico confía que ya se habrán realizado las pruebas necesarias.